Salud integral, terapias descongestivas

Salud integral, terapias descongestivas

Estas terapias tienen por objetivo beneficiar el metabolismo y favorecer la expulsión de las toxinas por medios naturales.
Su objetivo final es preparar el cuerpo para que sus procesos espontáneos y revitalizantes activen la recuperación de la plena salud y desarrollar el poder personal. Son entrenamientos en hábitos de vida saludables.
Los beneficios son inmediatos y de mediano plazo. La desintoxicación inicial produce movilización de las toxinas acumuladas que, por un fenómeno sistémico, pueden dar la apariencia de empeorar los cuadros de eliminación (granos, orina, materia fecal, transpiración, etc.) pero que justamente están indicando que hay reactivación orgánica. Si se realiza una mejor alimentación, se inicia la reparación de los tejidos y la recuperación es funcional.
Una máxima naturista dice que "la buena salud depende en un 20% de la alimentación y en un 80% del ejercicio y la buena respiración". Lo más importante es el equilibrio en la vida diaria.
Tan importante como la alimentación son el deporte y darse gustos sanos, que merecen su justa medida de acuerdo al temperamento personal, nadie es mejor que uno mismo para hallar el equilibrio que nos impulsa al mayor bienestar. Y para este hallazgo debemos ser concientes de las necesidades de nuestro organismo y satisfacernos sobria y gustosamente.
Podemos aprender disciplinas virtuosas, y aún con ellas cometer excesos (por ejemplo en el disciplinamiento ansioso, o para compensar frustraciones, etc), por ello es tan importante sentir nuestro cuerpo en lo que hacemos, por más bueno que parezca ser el camino o los resultados que prometa.
Además de buenos hábitos debemos ejercitar la conciencia de nuestro ser total pues allí radica el equilibrio siempre variable de la salud.
En esta página hacemos incapié en un trato personal benigno, que incluye el cuidado externo de nuestro organismo y la higiene interna, y cuyas técnicas culturales deberían enseñarse desde la escuela. La higiene externa es conocida: cepillado de dientes, baños y duchas, lavado de manos antes de comer, etc.
La higiene interna se refiere a nuestras vías de incorporación de nutrientes y su distribución: el sistema digestivo (graficamente un tubo que recorre nuestro interior desde la boca al ano), el sistema respiratorio con sus alvéolos pulmonares, y el circulatorio con nuestros líquidos internos: la sangre y la linfa (y sus respectivos sistemas: arterias y venas por un lado, capilares y ganglios linfáticos por otro) asociados al hígado, los riñones y el bazo.
Los órganos de eliminación que limpian estos sistemas son:
Intestino grueso: colon ascendente, transverso, sigmoideo y recto. Su función es eliminar los restos orgánicos no digeribles de los alimentos
Pulmones: las mucosas de bronquiolos y bronquios, con sus células ciliadas que barren la capa de mucus cargada de partículas de smog hacia la nariz y boca (generalmente tragamos este mucus) y los Alvéolos pulmonares que liberan gases como el anhídrido carbónico a la atmósfera, y otros gases tóxicos inhalados y metabolizados
Los riñones que filtran la sangre liberando metabolitos y sustancias impropias (colorantes, saborizantes, conservantes y otros químicos ingeridos) en la orina que discurre hacia la vejiga para su excreción
El hígado que detoxifica la sangre eliminando parte de las toxinas neutralizadas en la bilis (que se acumula en la vesícula biliar) y que luego es excretada a los intestinos en la digestión de grasas
La piel que libera sebo, células epidérmicas desgastadas y sudor, este último producido por las glándulas sudoríparas a partir de la sangre y la linfa, eliminando sales y metabolitos
Podemos imaginar ahora que buena parte de la limpieza comienza con la calidad de alimentos que consumimos, en primer lugar evitando substancias artificiales como conservantes, saborizantes, colorantes, residuos industriales como disolventes, emulsionantes, detergentes, blanqueadores, gelificantes,etc metidos dentro de los alimentos procesados, refinados y enlatados, y vestigios de agroquímicos (insecticidas, herbicidas, desraizantes, etc) que como mínimo dan impureza a nuestra sangre, acumulándose en los tejidos conectivo y graso y llegando a producir enfermedades degenerativas crónicas (varios tipos de cáncer).
Del mismo modo es importantísimo incrementar la cantidad de fibras vegetales que barren las mucosas de nuestro sistema digestivo con lo cual ayudamos al intestino delgado y grueso a vigorizar su movimiento muscular.
Otro procedimiento que ayuda a la limpieza es beber abundante agua pura e infusiones de hierbas medicinales o jugos naturales de frutas recién licuados o exprimidos (no dejar pasar minutos pues se oxidan y pierden sus vitaminas). El total de agua debe estar en dos litros diarios.
Además de la alimentación sana, desde la antiguedad se aplican otros procedimientos de purificación como el enema, la transpiración por calor o por hierbas sudoríficas y las inhalaciones de vapor con esencias vegetales desinfectantes y expectorantes.
La limpieza de colon es un enema continuo de agua pura que higieniza el intestino grueso.
Los baños de vapor con aromaterapia cumplen la función mixta de detoxificar la piel y al extenso sistema linfático a través de la transpiración, y ayudar a la limpieza bronquial licuando el mucus y favoreciendo con los aceites escenciales naturales como el tomillo, la lavanda, el eucaliptus, el romero, etc la desinfección de las vías respiratorias.
Puedes concurrir a saunas de vapor o tomar masajes en vapor y aromaterapia o participar en grupos con carpas de vapor
Las técnicas de higiene interna deben aprenderse como hábitos de vida, y cada persona sentirse en libertad de emplearlas en la medida de su necesidad y gusto para lograr el máximo bienestar.
Se recomienda acompañar estos encuentros con entrenamientos de gimnasia, elongación, relajación, expresión, automasajes, y talleres que dan indicaciones sobre como desarrollar una actitud ecológica y cuidar nuestra salud integral.

Publicado por Jose Gahal en 15:39 0 comentarios

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